Camino al Cerro de la Gloria... hoy pongo una descripción, que ayer no hice tiempo de buscarla y que informa más de los portones. También una pequeña acotación de esta segunda toma de los Caballitos
Los Portones de ingreso
Emilio Civit adquiere en París los portones fundidos en hierro que definieron el ingreso, en 1907. Si bien en la compra obró la casualidad, éstos quedaron sin comprador ya que fueron elaborados por una fundición escocesa para un sultán caído en desgracia. Hacia 1909, los portones se emplazaron en relación con el eje simétrico de la actual Av. Emilio Civit, jerarquizando su principal acceso. El conjunto se compone de tres portones de hierro, de dos hojas cada uno, unidos por verjas. La abertura del acceso principal posee 6,30 m. de ancho por 6,70 m de alto y las laterales 3,90 m. de ancho por 4,71 m. de alto. Las verjas se encuentran montadas sobre un basamento de piedra (granito) de 0,85 m. de altura. En su punto más alto alcanza 9,40 m. Coronan el portal mayor la representación de un cóndor con sus alas desplegadas y el Escudo de Mendoza. Originalmente los portones se encontraban pintados en negro y dorado, pues así lo testimonió el viajero francés Jules Huret, que visitó la provincia en 1910. Esta tradición colorística es netamente británica, lo que concuerda con su origen, pero durante mucho tiempo estuvieron pintados de verde. El arq. Ricardo Ponte optó, en su reciente restauración por volver a los colores originales. En 1909, año de su instalación, se les agrega dos portones peatonales y balaustradas que cercaban el parque. En la década de 1950, se realizan reformas a cargo del Arq. Daniel Ramos Correas. Su idea es la de darle continuidad al parque con el núcleo urbano, para ello suprime las balaustradas y los portones laterales (por no pertenecer al conjunto original)
Tras el ingreso al Parque, por los portones, se ubican estos dos grupos escultóricos -caballo salvaje y domador-, uno a cada lado de la avenida, conformando una rotonda. Es una reproducción de la obra original colocada en la Plaza de la Concordia de París, en el ingreso a los Campos Elíseos. El original fue realizado entre 1740 y 1745 por Guillermo Coustou para adornar la entrada de las caballerizas del castillo de Marly y que fueron colocados en los jardines. El castillo fue destruido durante la revolución francesa y las obras se trasladaron en 1794 a su emplazamiento actual. Cada grupo está conformado por dos figuras: un caballo y un domador. Aunque es el mismo tema, se diferencian las posiciones y formas, tanto del caballo como del domador. Han sido colocadas de modo que las figuras y caballos se encuentran de frente a la avenida que corre en medio. Los conjuntos escultóricos, de 1,90 m de altura cada uno, se alzan sobre un basamento de 4 m. de altura, aproximadamente y siguen el espíritu de dinamismo imperante en el gusto de la época. Los caballos se espantan y agitan con frenesí ante el domador. Por su lado, los domadores hacen gala de su fuerza y energía por dominar la naturaleza salvaje de los animales. Debido a que se espantan y encabritan, solamente se apoyan en sus patas traseras, por lo que el artista ha colocado debajo formaciones rocosas para dar más apoyo a la figura. Caracteriza a este conjunto el equilibrio de proporciones, tanto de las figuras humanas como de los caballos y la relación entre ambas. Las formas han sido tratadas con verismo en cuanto a anatomía, pero tanto las figuras humanas como los caballos han sido idealizados de acuerdo a conceptos de belleza clásica. Además de la denominación de Caballos de Marly, recibieron el nombre de Los Domadores, representados por un francés y un americano. El emplazado al sur lleva un carcaj con flechas en banderola, señalando el carácter indígena americano. Esta obra, como conjunto, constituye un valioso motivo de expresión barroca, en que tensión, movimiento y corporeidad otorgan una expresión dramática, resaltando de esta forma el tema. En la actualidad la crítica reprueba unánimemente la copia (por más fiel que sea) de una obra que fue concebida como ejemplar único, y que es expresión directa de su época. Sin embargo, todavía hacia la primera década del siglo y tanto en Europa como en América, se le adjudicaba a la copia, por reflejo, el valor auténtico que tenía la original.
Me voy de vacaciones a Mendoza!!! que bueno ver estas fotos, chevere ver tu portafolio. Felicitaciones, voy a poner poco a poco todas las que tome en BA. Cuidate.
Y en eso quedó... en amenazas... pasan los días de amenazas, pero no llueve, y hace falta!!! En realidad este no es el típico cielo mendocino, sino el bien azul!
An excellent view of this thoroughfare with good depth to the shot and wonderful tones especially in the well detailed sky....also love the mountains showing well in the far distance. Well done to you my dear friend Alicia. I am so sorry to be behind with commenting.....I have so much going on in other parts of my life. 'See' you again soon sweetie. Best wishes.....Ray;)
Oh my friend this is wonderful place, very well captured and presented great photograph. Lovely details and gorgeous colour tones. I do love the lines of mountains on the background, very impressive! Well done! 7+++
Este fin de semana no podré, tengo mucho trabajo, pero espero pronto ir bien alto, NO AL ACONCAGUA!!!, pero alto! Va un avant! Estas fueron tomadas el último 12 de julio, un día de mucha lluvia, no pude hacer mucho!
Gracias para clarificar eso. Ahhh, los Andes. ¿Este fin de semana, podría subir usted a los Andes para mí y para la subida al pico más alto y toma algunos retratos? Da las gracias en el avance. jajajaj
Gracias Dave! En realidad la mayor influencia fue española. Acá en la ornamentación del Parque, evidentemente hubo una influencia francesa, pero en general no. Las montañas que ves al fondo, son los primeros cerros de la Cordillera de Los Andes Un saludo!
Wow, that is some description of the horse and tamer of Marly. So your city was somehow influenced by the French? That sure is a beautiful part of town, looks like a lovely park.
Gracias Josep! Seguimos hacia el Cerro, y como bien dices... un día atípico para Mendoza, ese nublado intenso, que luego se pondrá más claro, pero a la vez un cielo más soso!. Evidentemente no sé manejar estas situaciones, pero otra vez será mejor! Un saludón para tí y para Chantal!
Una interesante panorámica del ingreso al bellísimo parque, y qué decir de la extensa información que haces sobre la historia de sus portones y esculturas. Lástima que las condiciones de luz, debido a la nubosidad, oscurecieran un tanto la foto. Un abrazo Josep